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Los contenidos del presente curso son meramente informativos. No reemplazan la consulta médica.
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Con este sitio de ayuno intermitente y dieta cetogénica, nuestro interés es mantenerte alejado de los médicos y de las principales enfermedades y condiciones médicas que afectan a la sociedad moderna como:
Todas ellas tienen algo en común, pueden ser prevenidas o tratadas con una dieta saludable restringida en hidratos de carbono y rica en grasas saludables la DIETA KETO. Lamentablemente la mayor parte de las prescripciones y recomendaciones sobre vida saludable no están basadas en evidencia científica solida sino más bien en creencias seudocientíficas apoyadas por intereses que nada tienen que ver con la salud.
Para esto es necesario que poseas algunas nociones de fisiología alimentos y metabolismo. Si no conoces como funciona tu cuerpo no podrás entender ni elegir cual es el mejor camino para alcanzar tus objetivos. Como lo dice frase que estaba escrita en el santuario de Delfos de la Grecia antigua, y fue difundida luego por Sócrates que dice “conócete a ti mismo”, queremos prevenir antes que curar.
Estaría contraindicado, o debe ser efectuado con supervisión estrecha en pacientes con antecedentes de bulimia o anorexia, en niños, en mujeres embarazadas y debe ser usado con cuidado en pacientes diabéticos que reciben insulina. En líneas generales, exceptuando sus contraindicaciones y algunos efectos menores y transitorios la instauración de este régimen dietario en la mayoría de los pacientes solo tiene beneficios.
La mayoría de las personas pueden recibir de manera segura una dieta restringida en carbohidratos. Sin embargo existen excepciones:
Los pacientes con insuficiencia renal que aún no son candidatos a hemodiálisis. Estos pacientes necesitan dietas bajas en proteínas que son incompatibles con la dieta baja en carbohidratos (Levey et al, 1996).
Estas condiciones son raras y se diagnostican en la infancia.
Como pancreatitis aguda, falla hepática aguda, crisis de gota aguda etc. Es preferible estabilizar estas intercurrencias y posteriormente iniciar el tratamiento.
Es raro encontrar un caso en el que se contraindique el tratamiento pero lo más común es tratar casos que requieren cierta precaución en el manejo.
El tratamiento con dieta baja en carbohidratos es muy útil en este tipo de patología. Sin embargo los pacientes con diabetes deben poder dosar sus niveles de glucemia en forma diaria con un glucómetro o similar para comunicar los valores al profesional a cargo (Cucuzzella, Hite, Patterson, & Heath, 2019). Esto permite un ajuste más estrecho de la medicación por el peligro de hipoglucemia.
La dieta baja en carbohidratos es efectiva para el manejo de la hipertensión. Los pacientes deben poder chequear su presión sanguínea en casa y comunicarla al médico a cargo para que los antihipertensivos sean ajustados de manera adecuada para evitar la hipotensión.
Los pacientes con diabetes tipo 1 deben poder monitorear sus niveles de glucemia y los niveles de betahidroxibutirato en sangre. A veces puede requerirse el chequeo de cuerpos cetónicos en sangre en forma diaria para asegurarnos que permanezcan debajo de 3mmol/L. En el inicio puede requerirse una reducción importante de la dosis de insulina que reciben. También es así con los pacientes con diabetes tipo 2 insulinorequirientes. Es importante el contacto estrecho con el profesional.
Deben incrementar lentamente la cantidad de la grasa en la dieta para evitar la diarrea. Luego de un período de transición la mayoría puede recibir la dieta libre en carbohidratos sin problemas.
En pacientes con disminución de la función renal, la preocupación habitual en la dieta “rica en proteínas”. En realidad en una dieta rica en carbohidratos no más del 30% del porcentaje de calorías proviene de las proteínas por lo que es un nivel absolutamente seguro excepto en pacientes con enfermedad renal avanzada preexistente. No hay evidencia que diga que la dieta genera algún daño en pacientes con deterioro leve a moderado de la función renal (Brinkworth, Buckley, Noakes, & Clifton, 2010).
Los pacientes con predisposición a litiasis renal pueden ver incrementado el riesgo de cálculos cuando se inician en una dieta restringida en carbohidratos. Especialmente pueden incrementarse los niveles de ácido úrico y el riesgo de litiasis por esta sal. Los pacientes con antecedentes de litiasis deben asegurarse una buena hidratación. Es útil brindar suplementación de sodio potasio y lo más importante, magnesio. Los pacientes con antecedente de litiasis por oxalatos, el tipo de cálculo más frecuente en los riñones, debemos evitar las comidas ricas en oxalatos como espinacas, almendras o castañas de cajú. Por lo demás la dieta es perfectamente segura en estos pacientes.
El posible incremento de ácido úrico puede afectar también a los pacientes susceptibles a gota. Sin embargo la dieta baja en carbohidratos mejora la gota en el largo plazo (Steelman & Westman, 2016). Es útil dar suplementos de sodio potasio y magnesio. Puede considerarse dar allopurinol como medida preventiva en los pacientes que sufren crisis gotosas frecuentes.
No es recomendable restringir mucho los carbohidratos durante el embarazo. Debe individualizarse el caso pero la dieta debe incluir un mínimo de 50g de carbohidratos al día. Hay un pequeño número de comunicaciones de dietas más restrictivas en carbohidratos durante la gestación o el amamantamiento que incrementaron el riesgo de cetoacidosis (Nnodum, Oduah, Albert, & Pettus, 2019).
Se recomienda una evaluación de base y para el seguimiento de los pacientes que siguen esta dieta. La medición de peso, si es posible el porcentaje de grasa corporal, circunferencia abdominal. Es importante medir la tensión arterial especialmente si se usan antihipertensivos.
TSH Hemograma hepatograma glucosa en ayunas, urea creatinina ácido úrico (ver transaminasas por hígado graso y su evolución), ionograma, hemoglobina glicosilada cada 3 meses (control diabetes). La insulina en ayunas no es un estudio que se pide frecuentemente pero es importante acostumbrarse a indicarlo para valorar la resistencia a la insulina y su comportamiento. Es útil su seguimiento en el paciente. Si bien no hay valores estandarizados los niveles superiores a 25 micro IU/ml se asocian con alto riesgo de diabetes y arriba de 12 con moderado riesgo. Es más útil como seguimiento no como valor absoluto. Colesterol total HDL LDL triglicéridos. La dieta baja en carbohidratos mejora el perfil lipídico. En algunos pacientes puede observarse un incremento del tamaño de las partículas de LDL pero no de su número lo que no incrementa el riesgo cardiovascular, pero si el dosaje de LDL. Si está disponible, un recuento de partículas de LDL puede aclarar esta situación. En algunos casos puede considerarse una RMN vascular para evaluar la presencia y el grado de ateromatosis.
Los pacientes que reciben medicamentos por diabetes, hipertensión u otro medicamento deben ser supervisados por su médico de cabecera para evitar complicaciones.
En general los laboratorios son normales pero a pesar de esto algunos pacientes muestran calambres, aturdimiento o mareos especialmente en las primeras semanas del tratamiento. Puede ser parte del incremento en la diuresis y natriuresis que ocurre luego de la restricción de carbohidratos. Entonces la recomendación general es incrementar el consumo de sodio a 4-7 gramos por día (2 o 3 cucharadas de te). Esta dosis debe individualizarse según el caso (hipertensión por ejemplo). Es útil también administrar un suplemento de magnesio al inicio.
Si bien es una molestia frecuente es simple de manejar. Muchas personas que tenían una frecuencia diaria de deposiciones pasan a tener día por medio por el cambio de la dieta lo que no implica un problema. Si existen síntomas como distensión abdominal, gases o tenesmo puede ayudar incrementar la cantidad de fibra en la dieta, nueces o incorporar una suplementación con oxido de magnesio 400mg por día además de psyllium.
La dieta puede generar natriuresis y calambres. Estos pueden ser de leves a severos. Se pueden resolver con la suplementación de sodio (2 o 3 cucharadas de té de sal) y magnesio (400 mg por día).
La mayoría de los pacientes que se adhieren a la dieta no ven cambios significativos en el LDL colesterol o ApoB (Bhanpuri et al., 2018; Santos et al., 2012). De hecho la mayoría a de los estudios muestra un incremento en el HDL, reducción de los triglicéridos y el tamaño de las partículas LDL (Hu et al., 2012). Algunas personas experimentan un incremento en el colesterol LDL y la ApoB significativo aunque este no es un hallazgo frecuente. Es difícil valorar este fenómeno en relación al riesgo que genera y debemos valorarlo en relación a la mejora de los demás factores metabólicos asociados. Entre las opciones al aumento del LDL está suspender la dieta, incrementar los carbohidratos ligeramente, iniciar estatinas u otra droga para el manejo de los lípidos. También puede seguir la dieta y valorar el estado de las arterias con un score coronario de calcio y el grosor de la íntima de la carótida. Si bien estas decisiones pueden contradecir las guías deben discutirse con el paciente las diferentes opciones en relación a la mejora de las demás variables de salud.
Un efecto adverso raro es la presencia de rash simétrico en el pecho la espalda y las axilas. Si bien no es peligroso puede causar picazón. Puede mejorar con el tiempo pero a veces ayuda evitar el sudor profuso o bañarse inmediatamente luego del episodio de sudoración. Si persiste el incremento lento de carbohidratos suele resolverlo. Otras personas pueden quejarse de mal aliento. Esto es de corta duración, algunas pocas semanas de iniciarla. Se puede manejar con chicles sin azúcar, hidratación adecuada y buena higiene oral.
El ejercicio es una parte importante de una vida saludable, sin embargo debemos ser cuidadosos al iniciar la dieta. El paciente que ya de ejercita puede continuar con su rutina habitual. Debemos advertirle que las primeras semanas puede disminuir su resistencia física. Es deseable reducir la intensidad del ejercicio un 25%. Si el paciente no hace ejercicio no se recomienda iniciar la actividad al comienzo de la dieta. Suele producir más perjuicio que beneficio. Ya superadas las tres semanas puede iniciar algo de actividad física sin problemas con el fin de mejorar la aptitud cardiorespiratoria. Debemos asegurarnos que el paciente no varíe su ingesta a pesar de la actividad física. Es importante mencionar la relación entre el sueño y la salud. Los trastornos del sueño pueden incrementar la resistencia a la insulina y el apetito. Reforcemos la importancia de las medidas de higiene del sueño.
Tienen el impacto más fuerte sobre los niveles de glucemia e insulina en sangre, su consumo produce picos de glucemia nunca vistos antes en al mayor parte de la historia evolutiva humana. Son los principales responsables de muchas de las enfermedades modernas (obesidad, diabetes, hipertensión etc). No tienen ningún valor nutricional importante a diferencia de las grasas y las proteínas. Si bien el cuerpo necesita glucosa para algunas funciones, el cuerpo puede sintetizarla a partir de proteínas y grasas (gluconeogénesis), utilizar el almacenado en el hígado o musculo como glucógeno (glucogenólisis). El cerebro puede usar también cuerpos cetónicos como combustible (Institute of Medicine 2006 p 277) (Westman et al., 2007).
El índice glucémico representa la velocidad con la que la carga de carbohidratos de un alimento se traslada a la elevación de la glucemia. La carga glucídica es la cantidad de carbohidratos que tiene un alimento por peso. Por ejemplo los carbohidratos en una sandía se metabolizan más rápidamente e incrementan rápido la glucemia. La banana en cambio incrementa más lentamente la glucemia pero contiene más carga de carbohidratos por peso.
Pueden incrementar el azúcar en sangre pero en mucho menor medida que los carbohidratos. A diferencia de los carbohidratos, se consideran nutrientes esenciales. Se recomienda un ingesta de 1.2 a 1.7 gramos/kilo/día. El cuerpo no puede fabricar ciertos aminoácidos por lo que las proteínas son consideradas macronutrientes esenciales. Las proteínas reponen estos aminoácidos que forman parte de componentes celulares, músculos, tejidos, huesos, enzimas y hormonas. Las dietas restringidas en carbohidratos son moderadas en proteínas. Se recomiendan cantidades algo superiores a las mínimas recomendadas por RDA (recomended dietary allowance). Muchos investigadores han manifestado que las recomendaciones de la RDA para proteínas están subestimadas (Layman et al 2015, Pillips, Chevalier, Leidy 2016). Se recomienda ingerir de 1.2 a 1.7gr/kg/día del peso ideal (no real) de proteínas como mínimo y menos de 35% del porcentaje de calorías ingeridas totales como máximo. Cuando no se cumplen los requerimientos proteicos el cuerpo los obtiene del músculo (Liu Barrett, 2002). El cuerpo también puede obtener glucosa del músculo mediante la gluconeogénesis.
Son neutrales en relación al azúcar en sangre. Tampoco generan incrementos significativos en la insulina. También son necesarias nutricionalmente para estar saludables (acidos grasos esenciales). Las grasas proveen ácidos grasos poliinsaturados esenciales y son necesarias para la absorción de vitaminas A D E K. La restricción terapéutica de carbohidratos crea una situación metabólica donde el cuerpo puede usar la grasa como fuente principal de energía, incluida la grasa de la dieta como la corporal. La grasa de la dieta no se restringe por lo que la dieta baja en carbohidratos es proporcionalmente alta en grasa. Sin embargo como esta dieta disminuye el apetito, en realidad, no aumenta mucho el consumo de grasa (Hite et al, 2010). Se deben evitar las grasas procedentes de los productos industrializados. Algunos medios relacionan las grasas y las proteínas de la carne con el cáncer y la enfermedad cardiovascular, sin embargo la evidencia detrás de esto es incompleta, inconsistente y poco confiable. Los estudios serios no muestran asociación entre la grasa y la enfermedad cardiovascular (Lanza et al 2007). Las grasas están permitidas en estas dietas restringidas en carbohidratos por varias razones. Por ejemplo la cantidad de grasa ingerida globalmente no se incrementa (Hite et al.,2010). Aún si se incrementa la grasa ingerida esto no necesariamente incrementa las grasas en sangre (Volek et al., 2009). No hay estudios demostrados que concluyan que el incremento de la ingesta de grasas genera algún efecto adverso en la salud (Forouhi, Krauss, Taubes, & Willett, 2018). Por lo tanto no se recomienda evitar las grasas saturadas. Si en cambio las grasas trans de los alimentos procesados. Sin embargo la cantidad de grasas trans que se encuentran en las comidas naturales es mínimo. Lo ideal es incorporar alimentos con mínimo procesamiento.
Los micronutrientes son compuestos esenciales que el cuerpo humano necesita en pequeñas cantidades para funcionar correctamente. A diferencia de los macronutrientes, como los carbohidratos, las proteínas y las grasas, los micronutrientes no proporcionan energía pero son cruciales para mantener la salud y prevenir enfermedades.
Se almacenan en los tejidos grasos del cuerpo. Incluyen las vitaminas A, D, E y K.
No se almacenan en el cuerpo y deben consumirse regularmente. Incluyen las vitaminas del complejo B y la vitamina C.
Son elementos inorgánicos necesarios para una variedad de funciones corporales. Se dividen en macrominerales los cuales se necesitan en mayores cantidades. Incluyen calcio, fósforo, magnesio, sodio, potasio, cloro y azufre y los oligoelementos (o microminerales) que se necesitan en menores cantidades. Incluyen hierro, manganeso, cobre, yodo, zinc, cobalto, flúor y selenio.
Los micronutrientes se obtienen principalmente a través de una dieta equilibrada que incluye una variedad de alimentos como frutas, verduras, granos integrales, proteínas magras y productos lácteos. En algunos casos, puede ser necesario recurrir a suplementos para alcanzar los niveles adecuados, especialmente en personas con dietas restrictivas o condiciones médicas específicas. A excepción de suplementos con sodio, magnesio y potasio en algunos pacientes al comienzo, no es necesario suplementar la dieta baja en carbohidratos.
Algunos detractores de las dietas bajas en carbohidratos comentan que es una dieta reducida en fibra. Sin embargo están permitidos los vegetales que crecen sobre la superficie de la tierra que contienen cantidades de fibra muy significativas. Incluso la ausencia completa de fibra en la dieta no se ha demostrado que genere problemas significativos.
La dieta baja en carbohidratos se define como menos de 130 gramos de carbohidratos por día. 130 gramos es la cantidad mínima recomendada por U.S. Dietary Reference Intake (Institute of Medicine, 2005). Sin embargo existen diferentes niveles.
La dieta baja en carbohidratos consiste en alimentos completos, no procesados. Debemos:
Procure solo comer al tener hambre y detenerse al saciarse. No se suele necesitar más de dos comidas al día. Deben regirse por el apetito. Puede comer con libertad carne, pescado, pollo, huevos, verduras que crecen sobre la superficie de la tierra, nueces, queso, palta, aceitunas. Se pueden utilizar otras fuentes de grasa como aceite de oliva virgen, aceite de palta, aceite de coco virgen, manteca o ghee. Se deben evitar las comidas azucaradas como las tortas, galletitas, helado, panqueques, papas fritas y bebidas azucaradas. Algunos alimentos que son permitidos en otras dietas deben ser restringidos como pan, cereales, arroz, porotos, pasta, leche descremada lácteos descremados con azúcar y muchas frutas que pueden estimular la descarga de insulina. Esto resulta en una dieta con menos del 10% de las calorías de carbohidratos, 20-25% de las proteínas y más del 65% de la grasa. En lugar de contar calorías debemos educar al paciente para que elija alimentos bajos en carbohidratos.
Si queremos lograr los máximos beneficios de la dieta debemos limitar los carbohidratos a menos de 20 a 50 gramos por día. Si se busca bajar de peso o corregir el síndrome metabólico lo más efectivo es mantenerse debajo de los 20 gramos de carbohidratos diarios. Si se busca evitar ganar peso o la progresión de la prediabetes a la diabetes puede permitirse una ingesta más liberal con no más de 50 gramos al día. Debe evitarse el ingerir granos como arroz, trigo, maíz, avena así como sus productos como cereales, pan, galletitas, pastas etc. También comidas con azúcar agregado como lácteos. La leche entera debe limitarse una o dos cucharadas en el café o él te. No está permitida la miel. Evitar papas, batatas, legumbres. Pueden utilizarse frutillas, moras, frambuesas y arándanos.
La evidencia sugiere 1.2 a 1.7 gramos kilo día de proteínas basado en el peso ideal de la persona (Davis & Phinney, 1990; Phinney, Bistrian, Wolfe, & Blackburn, 1983). En líneas generales la cantidad de proteína ronda los 140 gramos por día en las personas grandes de tamaño. Recordemos que la absorción de la proteína animal es muy superior a la vegetal por lo que debe calcularse una ingesta mayor de proteína vegetal si no se consume carne (American Dietetic Association & Dietitians of Canada, 2003). Puede seguirse una dieta cetogénica aun siendo vegetariano o incluso vegano. En el caso de los veganos debe suplementarse con B12, omega 3, ácidos grasos, vitamina D hierro entre otros suplementos.
Debe estimularse el comer la carne sin quitar la grasa (pollo con la piel, huevos con la yema, cerdo y carne de vaca sin eliminar la grasa). Las plantas con grasa también son permitidas como la palta, las aceitunas. La grasa no es peligrosa y puede usarse para cocinar sin problemas.
Debe estimularse una hidratación adecuada. El agua es la bebida principal. El café y él te sin azúcar también son permitidos y pequeñas cantidades de crema doble o leche entera (al 3%) puede adicionarse aunque no es imprescindible. Evitar las gaseosas azucaradas. El alcohol puede permitirse en pequeñas cantidades. Son permitidos vinos secos, champagne, whisky, ron, tequila, vodka o cocteles sin azúcar. La cerveza, vinos dulces o cocteles con azúcar deben evitarse. Si se consume alcohol este se metaboliza antes que cualquier otro nutriente por lo que su consumo va en contra del descenso de peso.
Es mejor evitarlos. Si bien hay datos de controles randomizados que muestran que los endulzantes artificiales no tienen un efecto negativo en los marcadores cardiometabolicos (Azad et al., 2017; Sylvetsky & Rother, 2018). Sin embargo hay estudios que mostraron mayor descenso de peso en los pacientes que toman solo agua (Madjd et al., 2015). Tambien los endulzantes parecen activar el circuito neurológico responsable de los antojos de cosas dulces (Yang, 2010). Se han demostrado también efectos cancerígenos de estos endulzantes artificiales (O.M.S.) Es especialmente importante evitar los aceites ultraprocesados de semillas (girasol, soja, canola etc) que son muy proinflamatorios.
Limpiar la heladera, la alacena y el freezer de alimentos no permitidos. Comprar los permitidos. Recuerde comer solo si hay apetito. Es deseable saltar comidas y colaciones. No debemos estar pendiente de las comidas. Es útil cocinar grandes cantidades para disponer de comida para más tarde que se puede mantener en el freezer para días o semanas posteriores. Es bueno planear comidas que no requieran cocción como fiambres, atún, queso y vegetales para hacer un almuerzo sencillo. Las comidas favoritas que son simples y rápidas como huevos, revueltos o hamburguesas. Los huevos pueden comerse en comidas o colaciones. Pueden consumirse algunos postres como una pequeña porción de chocolate negro al 80% o frutillas con crema.
Restringir los carbohidratos a menos de 50 gramos al día deriva en cambios importantes en el metabolismo que gira de “glucocentrico” donde la glucosa es el principal combustible a “adipocentrico” donde los ácidos grasos y cetonas son la fuente de energía (Eestman et al 2007). Cuando esto ocurre hay cambios en los niveles de glucosa, la secreción de insulina y la producción de cuerpos cetónicos.
La reducción de carbohidratos de la dieta ayuda a disminuir la glucemia de ayuno y postprandial, baja los niveles de insulina y mejora la resistencia a la insulina. Todo esto deriva en mejoras en los marcadores de síndrome metabólico (Volek Feinman 2005, Fernandez, Feinman y Phinney 2008). Es útil en este sentido medir la glucemia frecuentemente en los pacientes que inician una dieta restringida en carbohidratos para identificar los alimentos que elevan la glucemia.
La insulina se secreta como respuesta a la elevación de la glucemia para que la glucosa pueda ingresar a las células. También tiene un efecto anabólico que inhibe la utilización de la grasa como combustible y promueve su acumulación (Wilcox 2006). La elevación de los niveles de insulina puede ser un problema en los pacientes que intentan bajar de peso. De hecho prescribir insulina en los pacientes con diabetes tipo 2 puede estimular un ciclo de incremento de peso y aumento de la resistencia a la insulina. Cuando los individuos consumen carbohidratos a niveles que su cuerpo no puede manejar, los niveles de insulina se incrementan y permanecen crónicamente elevados lo que se denomina hiperinsulinemia (Corkey, 2012). Luego el cuerpo comienza a responder de forma poco efectiva a la insulina, lo que se denomina resistencia a la insulina (Templeman, Skovsø, Page, Lim, & Johnson, 2017). La hiperinsulinemia y la insulino resistencia está ligada estrechamente al desarrollo del síndrome metabólico y el incremento del riesgo de enfermedad cardiovascular (Hyde et al., 2019). La insulino-resistencia está ligada al mecanismo subyacente de un gran número de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, hipertensión, dislipidemia, inflamación crónica (Festa et al., 2000; Reaven, 1986; Roberts, Hevener, & Barnard, 2013). Los niveles de glucosa normales no implican que no haya hiperinsulinemia. De hecho la glucemia puede mantenerse en límites normales por un tiempo debido a este mecanismo compensador. La restricción de la ingesta de carbohidratos en la dieta puede resolver este problema.
Las cetonas o cuerpos cetónicos son fabricados por el hígado de ácidos grasos ingeridos de la dieta o los almacenados en forma de grasa corporal. Los tres cuerpos cetónicos son el beta-hydroxybutyrato (BHB), que se dosa frecuentemente en sangre, acetoacetato y acetona. La cetosis nutricional resulta en la mejora en los niveles de glucemia, el descenso de los niveles de insulina, la obtención de ácidos grasos de la grasa corporal. Las cetonas son detectadas en orina en este estado metabólico (Veech, Chance, Kashiwaya,Lardy, & Cahill, 2001). Incluso en dietas ricas en carbohidratos el hígado produce cuerpos cetónicos de manera regular, por ejemplo durante el ayuno nocturno donde se puede detectar niveles de BHB de 0.1 milimol/L en mucha gente. Luego del ayuno o la dieta restringida en carbohidratos los niveles de cetonas se incrementan más usualmente 0.5 mmol/L. El ejercicio también puede estimular la cetosis pero por períodos breves. Lo ideal en una dieta cetogénica es mantener niveles de 0.5 a 3mmol/L. Niveles mayores de cetonas parece no incrementar los beneficios. Se pueden medir las cetonas por análisis del aliento, dosaje en sangre u orina. El dosaje en sangre es el más preciso (Arora, Henderson, Long, & Menchine, 2011). La medición en orina es menos precisa pero más económica y menos invasiva de realizar. Estas cetonas son útiles en la supresión del apetito y el descenso de peso (Gibson et al., 2015). Existen más beneficios adicionales, por ejemplo que el suministro de cetonas es más constante, lo que da un nivel de energía estable, sin picos y caídas como los que genera el metabolismo de la glucosa.
La cetosis nutricional es un estado fisiológico natural que ocurre cuando los niveles de insulina son bajos, permitiendo al cuerpo metabolizar los ácidos grasos obtenidos de la grasa a cetonas para combustible (Salway, 2013). La cetosis nutricional puede ocurrir a cualquiera que ayune por varias horas o tenga una dieta restringida en carbohidratos y es algo natural perfectamente normal. La cetosis nutricional resulta en niveles de cetonas que permanecen entre 0.5 y 3 mmol/L o pueden subir a más de 5 mmol/L luego del ejercicio o el ayuno. Es importante remarcar que estos niveles de cetonas no afectan el PH en sangre como ocurre en la cetoacidosis diabética (Fedorovich, Voronina, Waseem, 2018; Neal et al. 2009). Fuera de ocasionales reportes de pacientes con aliento a fruta transitorio como consecuencia de la producción de cetonas, la cetosis nutricional es asintomática (Anderson, 2015). Es un estado metabólico seguro e incluso beneficioso. Los médicos que tratan pacientes por síndrome metabólico, diabetes y pérdida de peso no deben temer a la cetosis nutricional (Anderson, 2015) que es un estado metabólico seguro e incluso beneficioso.
Al contrario de la cetosis nutricional, la cetoacidosis es una emergencia médica y requiere intervención urgente. La cetoacidosis ocurre más frecuentemente en estados de deficiencia de insulina que genera una lipolisis exacerbada y la liberación de altos niveles de cetonas y ácidos grasos. Es común en pacientes con diabetes tipo 1. Puede ocurrir también en pacientes con diabetes tipo 2 insulino-requirentes, especialmente los que toman hipoglucemiantes inhibidores de los canales de cotransporte de sodio-glucosa (SGLT-2) como la dapaglifozina, canaglifozina y empaglifozina. También puede ocurrir en casos de alcoholismo severo. La cetoacidosis resulta en niveles de cetonas muy por arriba de 5 mmol/L. Estos altísimos niveles de cetonas cambian el PH de la sangre produciéndose acidosis metabólica con niveles de PH menores a 7.3. En la mayoría de los casos la acidosis metabólica coincide con niveles altos de glucemia, por sobre 250 mg/dl (Kitabchi, Umpierrez, Miles y Fisher 2009). Sin embargo, especialmente en pacientes que reciben estos bloqueantes del cotransportador de sodio (SGLT-2) puede ocurrir una cetoacidosis con niveles de glucemia normales. Esto se denomina cetoacidosis euglucémica (Rosenstrock y Ferrannini, 2015). Por lo que necesitamos un alto nivel de sospecha para el diagnóstico. La cetoacidosis típicamente está acompañada de síntomas como la deshidratación, la fatiga, la confusión, cambios visuales, poliuria y respiración agitada. Estas son las muchas variables que diferencian la cetosis nutricional de la cetoacidosis:
Las tasas globales de síndrome metabólico, diabetes y obesidad se han incrementado rápidamente en los últimos 50 años. Las políticas sanitarias para manejar el problema no han resultado útiles (Saklayen, 2018). Los medicamentos pueden ayudar a paliar el problema, sin embargo, el control de la glucemia es la clave para reducir las complicaciones de la diabetes. La insulina o las sulfonilureas pueden exacerbar la resistencia a la insulina subyacente, desencadenando, con el tiempo, un pobre control glucémico a pesar de la medicación (MacLean, Littenberg, & Kennedy, 2006; Marín-Peñalver, Martín-Timón, Sevillano-Collantes, del Cañizo-Gómez, 2016). La medicación si bien ayuda en un punto, debe ser complementaria a la terapia nutricional, requiriendo así menores dosis de medicamentos o incluso su eliminación para el control de la diabetes. Hay evidencia sólida que demuestra la efectividad y costo-eficacia de la terapia nutricional para tratar la diabetes, sola o en combinación con medicamentos (Evert et al. 2019). La restricción de carbohidratos es un componente fundamental en este sentido.
En 1988 en un mitin de la ADA, el Dr Gerald Reaven propone por primera vez que el síndrome metabólico es resultado de un deterioro en la sensibilidad a la insulina. Desde entonces es ampliamente reconocida la relación de la resistencia a la insulina con el metabolismo de los carbohidratos y el incremento en el riesgo cardiovascular, la diabetes y el accidente cerebrovascular. Afortunadamente el tratamiento con la reducción de carbohidratos de la dieta puede revertir esta situación. La asociación americana del corazón (AHA) define el síndrome metabólico en relación a la presencia de tres de cinco de los criterios siguientes.
Hay dos maneras en las que la hiperinsulinemia o la resistencia a la insulina pueden generar hipertensión. Una es por el incremento de peso y la obesidad. El otro es por el efecto de la insulina en sí. Mecanismos por los que la insulina incrementa la presión arterial:
Afortunadamente la restricción de carbohidratos en la dieta puede reducir estos efectos y ayudar a bajar la presión arterial. En un estudio randomizado del 2010 se comparó la dieta baja en carbohidratos con la dieta baja en grasa más el medicamento orlistat. Ambas dietas fueron efectivas en bajar el peso pero la dieta baja en carbohidratos fue superior en bajar la presión arterial (Yancy el al., 2010). Además un estudio del 2009 de revisión sistemática randomizada mostro también más eficiencia en las dietas bajas en carbohidratos en relación a mejoras en la presión arterial (Hession, Rolland, Kulkarni, Wise, & Broom, 2009). La dieta baja en carbohidratos en un abordaje útil para bajar la presión arterial en determinados pacientes.
Muchos médicos temen que el incremento en la grasa ingerida por la dieta baja en carbohidratos genere un empeoramiento de la dislipidemia, especialmente el colesterol LDL. En realidad la mayoría de los pacientes que siguen una dieta baja en carbohidratos no tienen un incremento significativo en el LDL colesterol o la apolipoproteina B (Bhanpuri et al., 2018; Santos, Esteves, da Costa Pereira, Yancy, & Nunes, 2012). Colesterol LDL: Es la concentración total de colesterol contenida en las partículas LDL y se mide en mg/dL. LDL-P: Es el número total de partículas LDL en circulación. Se expresa en nmol/L. Serían las partículas proteicas que transportan el colesterol y lo hacen soluble en la sangre. Apo B: Es la medición de las partículas potencialmente aterogénicas incluidas el LDL, IDL y VLDL. Todas estas partículas tienen una apo B en superficie por lo que el número de apo B representa el número de LDL IDL y VLDL en circulación. Si bien se usa más frecuentemente el colesterol LDL como marcador de riesgo cardiovascular, muchos estudios demuestran que la ApoB y la LDL-P son mejores marcadores de riesgo. Si está disponible es mejor medir la LDL-P o ApoB así como el tamaño de las partículas de LDL para tener una noción más clara del problema. Un pequeño grupo de pacientes puede experimentar una elevación de los niveles de colesterol LDL con la dieta restringida en carbohidratos, es importante tomar el riesgo cardiovascular del paciente en forma global e interpretar los cambios en los lípidos con este encuadre. Si bien la diabetes y la prediabetes están asociadas con un incremento en el riesgo cardiovascular (Huang, Cai, Mai, Li, & Hu, 2016) debemos evaluar el cambio en los lípidos en el contexto de las mejoras de los niveles de glucemia e insulina en sangre. Por ejemplo los niveles elevados de insulina se han asociado a cambios desfavorables en los lípidos séricos, entre estos el incremento en los triglicéridos, la reducción del colesterol HDL, el incremento de los niveles de LDL (Ferrannini, Haffner, Mitchell, & Stern, 1991; Reaven, Chen, Jeppesen, Maheux, & Krauss, 1993). Por eso la hiperinsulinemia está asociada con la tríada de hiperlipidemia observada en pacientes con diabetes: Incremento del IDl VLDL bajo HDL y triglicéridos altos. La dieta reducida en carbohidratos es un medio eficiente para mejorar el perfil lipídico incrementando el HDL, bajando los triglicéridos y reduciendo el VLDL IDL (Hite, Berkowitz, & Berkowitz, 2011). En un estudio de 2 años que compara la dieta baja en carbohidratos con la dieta baja en grasa, si bien ambas dietas mostraron resultados similares en el descenso de peso, solo la baja en carbohidratos mejoro la concentración de triglicéridos y colesterol HDL (Foster et al., 2003). Otro estudio en pacientes con diabetes de un año de duración mostro que a la dieta baja en carbohidratos mejoro los marcadores de riesgo cardiovascular. En este estudio las partículas LDL se incrementaron en tamaño pero no en número (lo que no se correlaciona con riesgo). Se mantuvieron estables el número de partículas LDL y la Apo B. Se redujeron los marcadores de inflamación y presión arterial con reducción de la hemoglobina glicosilada. La mayoría de los pacientes no necesitaron continuar con el tratamiento para la diabetes. Esto representa una reducción del 12% en el riesgo cardiovascular (Bhanpuri et al., 2018). Debemos mirar con mejor perspectiva el tema de los lípidos y no solo el colesterol LDL.
La hiperglucemia es uno de los criterios diagnósticos del síndrome metabólico así como un biomarcador de prediabetes y diabetes. Recordemos que una glucemia en ayunas sobre 100mg/dL o hemoglobina glicosilada HbA1c sobre 5.7% indica intolerancia a la glucosa o prediabetes y la incapacidad de la insulina para mantener la glucemia dentro de los rangos normales. El páncreas responde a los elevados niveles de glucemia incrementando la secreción de insulina (hiperinsulinemia) para controlar la glucemia en sangre. La exposición constante a niveles elevados de insulina genera que las células se hagan resistentes a la insulina. Cuando esto ocurre el páncreas no es más capaz de producir la insulina suficiente para mantener la glucemia en niveles normales aún con el incremento de la secreción de insulina. Cuando una persona es diagnosticada de diabetes tipo 2 a menudo tiene diez veces más insulina circulante que una persona sin este problema (Pories & Dohm, 2012) pero a pesar de la hiperinsulinemia, no le es posible, por la resistencia, disminuir los niveles de glucemia. Este proceso se va desencadenando paulatinamente durante varios años previos (prediabetes) (King & Blom, 2017; Ramlo-Halsted & Edelman, 1999). Para revertir esta situación la dieta baja en carbohidratos puede ser efectiva. Como todos los carbohidratos digeridos que se metabolizan se transforman en glucosa, las comidas ricas en carbohidratos tienen gran impacto en los niveles de glucemia. No todos los alimentos ricos en carbohidratos son iguales y el impacto de los carbohidratos en la glucemia varía según el índice glucídico y la carga glucídica como se discutió antes. Entonces es de alta prioridad limitar los alimentos con alto índice glucémico. Las dietas más agresivas eliminan hasta los alimentos de bajo índice glucídico. Un reporte reciente de la comisión americana de diabetes manifiesta que la reducción global de la ingesta de carbohidratos redunda en el control de los niveles elevados de glucemia en pacientes con diabetes (Evert et al. 2019). Numerosos estudios demostraron que la restricción terapéutica de carbohidratos es una medida efectiva en revertir la diabetes tipo 2 y la necesidad de medicamentos costosos como la insulina. Un estudio abierto no randomizado mostro que 162 personas diabéticas pudieron en 2 años de dieta baja en carbohidratos, eliminar toda la medicación para la diabetes, excepto la metformina. Se observó reducción de la hemoglobina glicosilada, la glucemia en ayunas, la insulina en ayunas, el peso corporal, la presión arterial y los triglicéridos en relación a un grupo control (Athinarayanan et al., 2019). Mientras más se restringen los carbohidratos de la dieta más se reducen los niveles de glucemia (Snorgaard, Poulsen, Andersen, & Astrup, 2017).
Muchos estudios muestran que los pacientes que se adhieren efectivamente a la dieta baja en carbohidratos pierden peso más que las dietas bajas en grasas. Esto puede ser por la reducción de los niveles de insulina y la sensación de apetito. Esto es importante porque las dietas restringidas en calorías aumentan el apetito haciendo poco probable la adherencia a largo plazo y generando rebotes de peso (Nickols-Richardson, Coleman, Volpe, & Hosig, 2005). La mayor parte de las dietas reducidas en carbohidratos no limitan las calorías y generan saciedad. Esto permite perder peso sin pasar hambre y sin restringir calorías (Pennington, 1952). Hay varias razones por lo que la dieta baja en carbohidratos genera saciedad y controla mejor el hambre: La cetosis inhibe el apetito. Ahí una relación entre las cetonas y la saciedad que aún no es del todo conocida. Podría relacionarse también a modificaciones en la colecistocinina y la grelina (Gibson et al).
Numerosos estudios científicos han demostrado que los humanos, durante nuestra evolución, hemos sido carnívoros
exclusivos, alimentándose fundamentalmente de grandes animales (mamut entre otros herbívoros) que abundaban en el
paleolítico, el período más extenso de nuestra existencia . Este tipo de dieta, idéntica a otros carnívoros, se
caracteriza por la ingesta de grandes cantidades de carne, grasas y vísceras, seguido de períodos de ayuno de
variada extensión hasta la captura de una nueva presa. Este tipo de dieta mantiene muy bajos los niveles de
azúcar (glucemia) e insulina (hormona encargada de hacer descender la glucemia) en sangre y hace que el principal
combustible utilizado por nuestro organismo sea la grasa, en forma de cuerpos cetónicos. Estas moléculas constituyen
el combustible original de nuestra especie. La presencia de cuerpos cetónicos en la sangre activa numerosos
mecanismos en los diversos órganos y entre ellos (cerebro, hígado, riñón, pulmón) mejorando las funciones cognitivas,
la resistencia física, la cicatrización de las heridas, la curación de las infecciones, la inflamación general
(mejorando enfermedades como el asma, la artritis reumatoidea, lupus etc), previniendo enfermedades
neurodegenerativas como las demencias, entre otros beneficios. Si bien el promedio de vida de nuestros ancestros
era menor, esto era debido al incremento de la mortalidad infantil y la mortalidad por causas agudas (fracturas,
infecciones, mortalidad infantil). La tecnología moderna logró superar la muerte en estos procesos agudos pero hoy
existen enfermedades crónicas que antes no existían (obesidad, diabetes, enfermedad cardiovascular). Los estudios
antropológicos demuestran que nuestros ancestros eran más sanos y fuertes que el promedio del humano contemporáneo.
Pero no hace falta ir hasta el paleolítico. Basta ver una foto de personas en la playa de la década del 50 y compararla
con una actual, con tasas de obesidad muy superiores. ¿Por qué está sucediendo esto?. A mediados del siglo 20,
el incremento en el consumo de tabaco desencadenó un incremento en la enfermedad cardiovascular, antes casi
inexistente. Algunos científicos responsabilizaron a la grasa como causante del problema y se propusieron guías
que recomendaban reducir la carne y la grasa de la dieta a expensas de un incremento en el
consumo de carbohidratos (harinas, cereales, verduras con almidón, arroz, frutas) proponiéndose estos alimentos como
la base de la pirámide nutricional. También se recomendaba evitar los períodos de ayuno prolongados, estimulándose
el consumo de alimentos cada dos a tres horas. Este tipo de alimentación, completamente disociada de nuestra
historia evolutiva, eleva el azúcar en sangre a niveles nunca vistos, evitando que se produzcan cuerpos
cetónicos (nuestro combustible original) y haciéndonos dependientes de la glucosa. Más allá de perdernos
los beneficios que nos brindan los cuerpos cetónicos, esta dinámica alimentaria
nos produce una adicción a los carbohidratos que hace que consumamos más de lo necesario. Los carbohidratos además
estimulan determinadas áreas en el cerebro que favorecen esta adicción. Nuestro cuerpo responde a los niveles
elevados de glucosa con una mayor producción de insulina (hiperinsulinemia) para poder manejar estos niveles
tóxicos de azúcar en la sangre , convirtiéndolos en grasa. Al volvernos quemadores de azúcar en lugar de grasa,
nuestro cuerpo no utiliza la reserva de grasa acumulada impidiendo el descenso de peso.
Muchas personas no pueden manejar este exceso de carbohidratos y el incremento en la producción de insulina no alcanza
para controlar los niveles de azúcar en sangre, produciéndose la prediabetes y finalmente la diabetes tipo 2. Esta
enfermedad, antes rara, se ha convertido en la nueva normalidad, siendo más de la mitad de los estadounidenses
diabéticos o prediabéticos. La diabetes tiene serias consecuencias en todos los órganos de nuestro cuerpo,
dañando los nervios, el cerebro, riñones, corazón, vasos , ojos siendo uno de los principales responsables
de insuficiencia renal, ceguera, amputaciones, infarto en el corazón, cerebro etc. La dinámica de tratamiento
convencional de esta enfermedad, según las guías modernas, se centra en continuar con estos mismos
lineamientos dietarios ricos en azúcar, incrementar la actividad física y administrar drogas e insulina.
Como el consumo de determinados alimentos ricos en carbohidratos habitualmente vistos como saludables (arroz, fruta,
papa, batata, legumbres, pastas) no se reduce en forma considerable el problema no se resuelve, convirtiéndose en
una enfermedad crónica progresiva incurable con tasas de control pobre. Numerosos estudios han demostrado
que reducir de manera significativa el consumo de carbohidratos, la causa del problema, redunda en muchos
casos en la reversión completa de la enfermedad o su mejora considerable. Si sumamos
a la dieta cetogénica la introducción de períodos de ayuno intermitentes además de la actividad física regular
(fundamentalmente de ejercicios de carga) los resultados son notables. Si bien todo tratamiento debe ser
individualizado y supervisado por un médico, los pasos generales para el control
o prevención de la diabetes con la dieta cetogénica son los siguientes:
La evidencia en relación a la restricción calórica como elemento que incrementa la perspectiva de vida y retrasa el envejecimiento es sólida. Cuando atravesamos un período de ayuno de 8 a 12 has consumimos las reservas acumuladas de glucógeno en el hígado y comenzamos a funcionar con las reservas de grasa del tejido adiposo. Este cambio metabólico se sostiene en la medida que se prolonga el ayuno produciendo la disminución de la grasa corporal con sus beneficios. Pero los beneficios en la salud no se deben solo al descenso de peso. Cuando cambiamos el “combustible” glucosa por el “combustible” cuerpos cetónicos, se desencadenan una serie de cambios metabólicos muy beneficiosos para la salud, que no solo tienen que ver con el mero descenso de peso o la reducción de radicales libres y estos cambios no se producen en las dietas donde solo se tiene en cuenta la restricción calórica permitiendo al paciente comer frecuentemente sin hacer este cambio fundamental de la glucosa a los cuerpos cetonicos como combustible. El ayuno intermitente desencadena respuestas celulares adaptativas integradas entre diversos órganos de una manera en la que produce mejoras en la regulación de la glucosa, incrementa la resistencia al stress y suprime la inflamación. También existen mecanismos de reparación celular que solo ocurren en períodos de ayuno de más de 12 horas (como la autofagia). Las evidencias de los beneficios del ayuno intermitente en el tratamiento de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes, la enfermedad cardiovascular, el cáncer y las enfermedades neurodegenerativas son muy sólidas. Los cuerpos cetónicos como combustible refuerzan el desempeño físico y mental como también la resistencia a las enfermedades. El ayuno optimiza la cicatrización de las heridas por traumas o postquirúrgicas. Aumenta el rendimiento en el ejercicio de resistencia y disminuye la grasa abdominal. Parece tener un efecto preventivo en relación a la aparición de tumores y también parece colaborar con el tratamiento oncológico en su curación. También tendría un papel significativo en la mejora de enfermedades autoinmunes, asma y todas las relacionadas a la respuesta inflamatoria. El efecto protector cardiovascular y la mejora en la enfermedad cardiovascular ya presente también es muy significativo.
Durante siglos la condición común de nuestros ancestros era la carencia de alimento. Nuestros antecesores estaban acostumbrados a permanecer durante días y semanas sin ingerir alimentos o con dietas muy restringidas en calorías También cuando había comida disponible, a aprovecharla al máximo para acumular reservas que los prepararían para otro nuevo periodo de carencia. Por eso es difícil regular la cantidad de comida que se come si se hace frecuentemente a lo largo del día y es más fácil controlarnos si estamos en ayunas. Por siglos la evolución selecciono a los más adaptados a esta situación de ayuno. Con el perfeccionamiento de la agricultura y la conservación de los alimentos la comida se ha vuelto muy disponible. Muchas dietas recomiendan incluso la ingesta frecuente para “acelerar” el metabolismo y tanto médicos como pacientes no están habituados a estos esquemas de ayuno, privándonos de los beneficios que conllevan para la salud.
Una opción lógica es que el paciente se plantee estos cambios nutricionales en forma paulatina y los instaure en sus hábitos como un nuevo estilo de vida. Acompañar el ayuno con la actividad física regular y el hacer actividad física regular en ayunas acelera el consumo de glucógeno hepático y reduce el tiempo necesario para la movilización de grasas. Los esquemas pueden ser diversos y adaptados a las preferencias del paciente. Como opciones podemos reducir las horas permitidas para ingerir alimentos paulatinamente en esquemas 16/8 o 20/4 hasta lograr la mayor cantidad posible de horas en ayuno. Otras posibilidades son los ayunos prolongados de 24-48 horas. Una de las maneras más lógicas sería implementar primero una dieta baja en carbohidratos, luego introducir el ayuno intermitente e intentar reducir al máximo posible los carbohidratos por debajo de los 30-40 gramos diarios (dieta keto). Pero el orden y lo estricto de la dieta pueden ajustarse a las preferencias personales, el estado de salud individual, la actividad física, etc.
Muchas de las comidas a evitar son las que se recomienda evitar el cualquier dieta, como dulces, golosinas,
azúcares, bebidas azucaradas, helados etc. Debemos evitar carbohidratos que están presentes en harinas (pastas,
pan, galletitas, pizza, bolleria, tortas) algunas verduras con almidón como papa y batata (en general las que
crecen debajo de la tierra). El arroz y las legumbres deben evitarse. Bebidas como cerveza, tragos dulces o
gaseosas con azúcar. Evitar comer frutas con alto contenido de azúcar como plátano, naranja, manzana, pomelo etc. Evitar los jugos de frutas. Las frutas permitidas son las de bajos carbohidratos como la frutilla, arándanos, frambuesa, aguacate (o palta), tomate. Los lácteos con azúcar agregado (postres, yogures saborizados) y la leche también deben evitarse.
Lo bueno de la dieta cetogénica es que no es restringida en calorías. Esto quiere decir que se puede comer todo lo que quieras, de las cosas permitidas, hasta estar satisfecho. No hay necesidad de "reducir el tamaño de las porciones". Entre las comidas permitidas están las carnes (todas), vísceras de animales, fiambres, mariscos, huevos, quesos duros, manteca, crema, frutos secos, verduras que crecen de la tierra hacia arriba (verduras de hoja, pepino brocoli, coliflor, repollo), frutas como la frutilla, frambuesa, arándano, kiwi. Yogures sin azúcar agregado y con el máximo tenor graso (tipo griego por ejemplo).
La dieta promedio de las personas en nuestros días tiene un alto contenido en carbohidratos. En EEUU el promedio de carbohidratos por dia es de 225 a 325 gramos. Al ser adictivos (estimulan un centro de recompensa en el cerebro) y al estar también nuestro metabolismo muy adaptado a ellos, su reducción brusca puede generar inicialmente algunos de los siguientes síntomas:
Estos síntomas conocidos como Ketoflu (o gripe Keto) son transitorios y revierten en pocos días o semanas. Puede ayudar iniciar la dieta cetogénica sin efectuar períodos de ayuno prolongado al inicio (no combinar ambos), incluir algo de sal en la dieta (un par de cucharaditas de sal marina en agua con limón), hidratarse bien, la actividad física moderada o los suplementos de magnesio pueden ser buenas opciones.
La dieta cetogénica mejora significativamente el perfil lipídico de la inmensa mayoría de los pacientes. Esto quiere decir que la dieta hace que los valores de triglicéridos, colesterol HDL, LDL se comporten de manera que hacen bajar el riesgo cardiovascular. Algunos pacientes delgados, deportistas, que siguen una dieta muy estricta (menos de 20g de carbohidratos por día) pueden experimentar un incremento del colesterol LDL, pero no está clara la repercusión de este factor en el riesgo cardiovascular. La situación revierte al hacer la dieta más flexible (pasar de Keto (menos 20g/dia) a Low Carb (de 30 a 130 g/dia ) por ejemplo).
Ambas estrategias son muy seguras, pero recordemos que una dieta es como un medicamento y debe ser evaluado cada caso en particular. En algunos casos se requiere el seguimiento de un profesional para instrumentarlas. Por ejemplo los pacientes diabéticos que reciben medicación deben tener un seguimiento estrecho para evitar la hipoglucemia.
Se ha demostrado que la cetosis nutricional mejora la recuperación de las lesiones, la inflamación y la recuperación de las cirugías incluso. Mejora la resistencia en el deporte al proveer una fuente de combustible estable. Mejora también las funciones cognitivas. Todo esto representa un gran beneficio para el deporte. Puede ser una desventaja no contar con carbohidratos en deportes que requieran velocidad explosiva (carrera en distancias cortas). Puede discutirse sólo en estos casos la necesidad de ingerir algo de carbohidratos antes de la competencia (carga de carbohidratos).
Fuera del período inicial de adaptación a la dieta que suele durar algunos días o semanas donde puede haber dificultades de concentración,
confusión, cefalea etc (ketoflu), la cetosis fisiológica es la mejor situación para el estímulo del cerebro y las funciones cognitivas.
Es un mecanismo natural adaptativo que nos prepara para acechar una presa, recordar donde obtener alimento, idear soluciones a problemas etc.
Lamentablemente la mayoría de las personas con la dieta occidental tradicional no experimentan nunca esta ventaja competitiva al estar
alimentándose con tantos carbohidratos. Los cuerpos cetónicos son el mejor combustible para el cerebro. Previenen además enfermedades neurodegenerativas.
Los carbohidratos son un nutriente no esencial, no necesitamos incorporarlos. Son adictivos (estimulan un centro de recompensa en el cerebro) lo que nos hace querer consumirlos más y todo el tiempo sin lograr nunca la saciedad que se obtienen con otros nutrientes (proteínas o grasa por ej). Imaginemos recomendar a un adicto a alguna substancia (cocaína o alcohol) que para dejarla debe consumir la substancia cada 3 horas, pero con moderación.....
La pirámide nutricional con base en carbohidratos es la principal responsable de la epidemia de obesidad, diabetes, hipertensión etc que atravesamos. Comer cada 3 horas 50% carbohidratos es una receta perfecta para enfermar.
En absoluto. Todo lo contrario. El ayuno genera cambios en las hormonas que regulan nuestro metabolismo (insulina, norepinefrina, glucagón) generando una aceleración del metabolismo no un enlentecimiento del mismo, por lo que se queman más calorías cuando hacemos ayuno no menos. La reducción en el metabolismo ocurre luego de ayunos muy prolongados. Incluso en ayunos de 3 días se ha observado un incremento en el metabolismo de un impresionante 14% (C Zauner et al. Am J Clin Nutr. 2000 Jun).
Los alimentos que contienen trigo avena cebada y centeno (TACC) tienen en común un tipo de proteína que se denomina gluten. Esta proteína es de muy bajo valor biológico, es decir, no se absorbe por el intestino por lo que no tiene valor nutricional. Algunas personas deben evitar el gluten porque pueden enfermar seriamente si lo consumen (celíacos). Existen criterios de diagnóstico de esta enfermedad celíaca (biopsia, medición de anticuerpos específicos, estudios genéticos). La enfermedad celíaca puede manifestarse con diversa gravedad (por ejemplo cuadros inflamatorios intestinales agudos graves) y algunos pacientes deben evitar el más mínimo contacto con el gluten (por ejemplo deben usar elementos de cocina individuales para evitar la contaminación con gluten). Existen síntomas intestinales de enfermedad celíaca como extra intestinales (neurológicos por ejemplo).
Criterios diagnósticos de enfermedad celíaca
Los alimentos recomendados en la dieta cetogénica son perfectamente compatibles con una dieta para celíacos ya que los productos con TACC tienen alto contenido de carbohidratos y se evitan en la dieta cetogénica. Para sumar los beneficios de la dieta cetogénica, el celíaco debe evitar los alimentos sin TACC que contienen carbohidratos (papa, arroz, leche, legumbres, dulces, frutas con altos carbohidratos). Además de más económica (evita consumir las costosas harinas y productos de pastelería sin TACC) su dieta será mucho más sana y nutritiva con los beneficios que suma el metabolismo centrado en cuerpos cetónicos al organismo.
U. Volta, R. de Giorgio. New understanding of gluten sensitivity. Nat Rev Gastroenterol Hepatol., 9 (2012), pp. 295-299
Otras personas sin ser celíacos tienen un problema mucho más frecuente que la enfermedad celíaca (hasta 10 veces más frecuente) que se denomina sensibilidad al gluten no celíaca. Es muy frecuente en la población (se estima que en España puede llegar su prevalencia al 10%). Estos pacientes no tienen los criterios diagnósticos de enfermedad celíaca (biopsia y laboratorios negativos) pero si presentan síntomas tanto intestinales (diarrea, distensión abdominal, dolor abdominal) como extra intestinales (sinusitis, cefaleas, déficit de atención, problemas de crecimiento por ejemplo) al consumir gluten y estos síntomas mejoran al retirar o disminuir significativamente el gluten de la dieta. Pueden presentarse incluso sólo síntomas extra intestinales (déficit de atención, cefaleas, sinusitis). Los alimentos recomendados en la dieta cetogénica son perfectamente compatibles con una dieta para los intolerantes al gluten ya que los productos con TAAC tienen alto contenido de carbohidratos y se evitan en la dieta cetogénica. Para agregar los beneficios de la dieta cetogénica, el intolerante debe reducir o eliminar los alimentos sin TAAC que contienen carbohidratos (papa, arroz, leche, legumbres, dulces, frutas con altos carbohidratos). Además de más económica (evita consumir las costosas harinas y productos de pastelería sin TAAC) será mucho más sana y nutritiva con los beneficios que suma el metabolismo centrado en cuerpos cetónicos al organismo. Tampoco es difícil de implementar.
U. Volta, R. de Giorgio.
New understanding of gluten sensitivity.
Nat Rev Gastroenterol Hepatol., 9 (2012), pp. 295-299
La carencia de hierro, uno de los principales componentes de los glóbulos rojos, constituye uno de las
carencias nutricionales más comunes. Afecta al 25% de la población mundial, al 47% de los niños preescolares,
30% de las mujeres en edad fértil y 42% de las embarazadas. Los vegetarianos y veganos tienen más incidencia
también porque consumen el hierro en la forma que menos se absorbe (origen vegetal). Las consecuencias más
comunes son la anemia, que genera fatiga, cansancio, debilidad y déficit inmunitarios y deterioros cognitivos.
Hierro de origen animal: presente en carnes rojas, vísceras de animales, mariscos, sardinas en lata.
Hierro de origen vegetal: presente en frijoles, semillas de calabaza, sésamo, brócoli, espinaca.
La vitamina C incrementa la absorción de hierro. La dieta cetogénica es rica en hierro y evita su déficit.
McLean E, Cogswell M, Egli I, Wojdyla D, de Benoist B. Worldwide prevalence of anaemia, WHO Vitamin and Mineral Nutrition Information System, 1993-2005. Public Health Nutr. 2009 Apr;12(4):444-54. doi: 10.1017/S1368980008002401. Epub 2008 May 23. PMID: 18498676.
Según los autores, en Francia hay 56 productos que "deberán ser retirados del mercado para preservar el interes de los pacientes, dice el libro. Aquí está una lista resumida de los medicamentos afectados, clasificados por áreas. (Cyrille Vanlerberghe 13/09/2012 )
Bevacizumab , Avastin (Roche). Este fármaco utilizado contra varios tipos de cánceres es antiangiogénico, que actúa contra los tumores al prevenir el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos. Muchos seguros privado en los Estados Unidos y el sistema británico de salud pública se niegan a reembolsar este tratamiento extremadamente caro, con el argumento de que no cura del cáncer ni produce un aumento superior a una esperanza de vida de unos meses, con efectos adversos sobre el sistema cardiovascular que pueden ser muy graves.
Ranelato de estroncio: Protelos (Servier Laboratory), Este tratamiento contra la osteoporosis
está sujeto a un procedimiento de control especial de las autoridades sanitarias francesas,
ya que se cree que aumenta el riesgo de embolia pulmonar, con 8 muertes hasta la fecha.
benzoato de quinina: Hexaquine y quinina Vit. C . (Lab. Gomenol) y Okimus (Biocodex). Estos
productos contienen quinina tratamiento anterior contra la malaria obsoleto, utilizado contra
los calambres musculares, con una eficacia que los autores consideran mala.
Antiparkinsonianos: Pergolida, bromocriptina, Ropinirol, tolcapone Celance (Lilly), Parlodel
(Pfizer), Requip (GSK) y Tasmar (Mediapharma). Débil eficacia.Efectos secundarios que van desde
eventos de hipersexualidad explosiva y peligrosa, hasta adicción al juego.
Psicoestimulantes: Metilfenidato en sus marcas comerciales Ritalin (Novartis), Concerta
(Janssen-Cilag). Es un psicoestimulante, la prescripción de Ritalin para el trastorno de
déficit de atención en niños es controversial.
Imipramina: Clomipramina, trimipramina, tianeptina con marcas comerciales Tofranil (CSP), clomipramina (Sigma-Tau),
Surmontil (Sanofi), Stablon (Servier). Según la guía, los antidepresivos representan un riesgo significativo
de accidentes psiquiátrico (alucinaciones, violencia, suicidios).
Ginecología: anticonceptivos orales. La lista contiene 16 píldoras anticonceptivas, macrodosis y microdosis de 3ra
y 4ta generación, o sólo de progestágeno, entre ellas dropirenona, gestodeno, desogestrel, etc cuyos nombres
comerciales son Cycleane, Mercilon, Varnoline, (Shering Prough), Melodia, Yaz, Diane 35, Jasmine-Jasminelle
(Bayer), Minesse (Wyeth), Felixita (Theramex) Carlin, Triafemi, Holgyeme (Effik), Lumalia (Pierre Fabre),
Evepar (Mylan), Minerva (Biogaram).
La mayoría tiene una incidencia de trombosis y embolia pulmonar 3 a 4 veces mayor que las pastillas de 2 ª
generación, sin poseer mayor eficacia.
Exenatida y liraglutida de marcas Byetta (Lilly) Victoza (Novo Nordisk). Ambos son muy peligrosos. Cuatro gliptinas: Vildagliptina, sitagliptina, linagliptina, saxagliptina y sus 8 productos combinados: Galvus y Eucrers (Novartis), Januvia y Janumet (MSD), Xenubia y Velmética (P. Fabre), Trajenta y Onglyzia (Boehringer) Las gliptinas disponibles van en aumento pero son menos eficaces. El Janumet se han asociado a hepatitis mortal y son diez veces más caras.
Tres fármacos vasodilatadores coronarios y arteriales: Nicorandil, trimetazidina, piribedil, en 4 marcas:
Adancor (Derono), Ikorel (Sanofi), Vastarel y Trivastal (Servier)
Un fármaco para la insuficiencia cardiaca: ivabradina, Procoralan (Servier).
Un antiarrítmico : dronedarona, Multaq (Sanofi).
Según Le Nouvel Observateur citando a los autores: "Estos fármacos para la insuficiencia cardiaca y los
anti-arrítmicos son inútiles e incrementan el riesgo de múltiples complicaciones cardiacas incluyendo
hipotensión, alteraciones del ritmo e infarto agudo de miocardio”.
Dos anticoagulantes y un antiagregantes: Dabigratan, drotrecogin alfa y ticlopidina, de marcas comerciales
Ticlid (Sanofi), Pradaxa (Boehringer) y Xigris (Lilly). La Guía propone reemplazar por las antiguas moléculas
igual de eficaces pero menos peligrosas, como la aspirina, clopidogrel y heparina.
Vareniclina y bupropion de nombres comerciales Champix (Pfizer), Zyban (GSK): los autores sostienen que estos dos productos no tienen ningún beneficio.
Indometacina , nimesulida , ketoporfeno pomada, celecoxib, etoricoxib en las marcas Indocide (MSD), Nexen (Therabel) Ketum cutane (Ménarini), Celebrex (Pfizer), Arcoxia (MSD). La guía recomienda reemplazarlos por otros antiinflamatorios con menos efectos secundarios para evitar una posible necrosis cutánea y hepatitis. El Celebrex y la Arcoxia, primos del Vioxx, deben ser retirados del mercado porque provocan accidentes vasculares. La pomada Ketum utiliza para tratar esguinces y tendinitis, podría causar quemaduras graves si se exponen al sol.
Almitrina bismesilato, Vectarion (Servier). Según Even, presenta un "interés menor a una taza de café, y es mucho más peligroso".
En esa serie de artículos seleccionados del Dr Martín Milmaniene, usted tendrá acceso a información nutricional de calidad. Nadie hace un esfuerzo por cambiar un hábito si no está completamente convencido que es conveniente hacerlo. El objetivo de estos artículos es brindarte la información necesaria para que puedas analizar los datos y formar tu propio criterio.
El consumo de calorías en los últimos años se mantuvo estable, sin embargo la tasa de obesidad sigue creciendo. Es evidente que no son las calorías ingeridas , ni la cantidad de comida lo que impulsa esta tendencia. La calidad alimentaria es lo que cambió, alimentos procesados y ultraprocesados son los responsables directos de la tragedia sanitaria que estamos viviendo. Los alimentos-comestibles son señales que le indican a nuestro organismo lo que hacer con lo que comemos. Las señales que recibe nuestro metabolismo son 2 : acopiar en tejido graso u oxidación para producir energía y calor. Alimentos ricos en hidratos de carbono y aditivos (cereales y derivados, pastas, snacks, galletas, golosinas, bollería, gaseosas, jugos etc) impulsan el almacenamiento graso, induciendo obesidad, por otro lado alimentos saludables mantienen una composición corporal adecuada. Cuando se lleva una dieta dieta saludable compuesta por carnes de todo tipo, vegetales, frutos secos, huevos, hongos, frutas de bajo carga glucémica, grasas saludables, lácteos enteros , no es necesario contar calorías , cantidades o porciones ya que el efecto metabólico de estos alimentos es armónico con una composición corporal saludable. Es el metabolismo !!!! no las calorías, el balance de estas es consecuencia de lo que comemos. No cuentes calorías, es perder el tiempo, focalizate en hábitos saludables y tendrás éxito. La mayor parte de nuestra historia como humanos no contamos calorías, ni medimos porciones y nuestra composición corporal era óptima.
Están los mal llamados alimentos que en realidad son comestibles que enferman (no tienen ninguna propiedad nutricional ), nunca debieron ser parte de nuestra alimentación regular. Estos son: panificados, cereales, pastas, golosinas, bebidas edulcoradas, snacks, bollería, aceites vegetales ricos en omega 6 (maíz, girasol, soja), comestibles empaquetados en general, todos son un invento del hombre. Te enferman, te hacen adicto y dependiente de fármacos y médicos. Por otro lado tenemos a los alimentos reales o alimentos propiamente dichos ya que están en consonancia con nuestro diseño biológico, han formado parte de nuestra alimentación la mayor parte de nuestra historia como humanos. Estos son:
Te alejan de las enfermedades y de los médicos. Vos elegís el camino, las herramientas están a tu alcance.
Continuamente se producen especies libre de oxígeno o radicales libres que lesionan las células y aceleran el proceso de envejecimiento. El glutatión, que puede neutralizar estas moléculas altamente dañinas, es el principal antioxidante del organismo. No es la vitamina C, la E o los carotenos de la dieta, sino el GLUTATIÓN en su forma activa (reducida) que puede ceder electrones e inactivar los radicales libres. Para que el GLUTATIÓN se encuentre en su forma activa debe recibir los electrones de una coenzima llamada NADPH (nicotinamida adenina dinucleótido fosfato) que a su vez proviene de reacciones bioquímicas que son activadas cuando la dieta es baja en hidratos de carbono y rica en grasas saludable. Cuando se reduce el aporte de glucosa en la dieta se elevan los cuerpos cetónicos y se activa la vía de las pentosas fosfato con la consiguiente elevación de los niveles de NADPH. Si, parece un poco complicado pero no lo digo yo, lo dice la ciencia. Las dietas restringidas en hidratos y ricas en grasas saludables (dieta KETO) es la mejor manera de potenciar el poder antioxidante de nuestro organismo a través del GLUTATION. No importa cuánta vitamina C, E, frutas, vegetales, semillas o antioxidantes de la dieta comamos, si el GLUTATIÓN no está activo el estrés oxidativo terminará prevaleciendo. A propósito un experimento clínico demostró que el agregado a la dieta de 600 gr de frutas y vegetales no tiene efecto sobre la oxidación del ADN (estrés oxidativo), lo mismo sucedió con suplementos de vitaminas y minerales. Este estudio refuerza que los antioxidantes internos como el GLUTATIÓN son los más importantes. El estrés oxidativo es causado por los radicales libres u oxidantes que naturalmente produce nuestro organismo en especial cuando llevamos hábitos perniciosos , como una dieta alta en alimentos ultraprocesados, falta de ayuno, falta de actividad física, estrés crónico entre otros. La solución es mantener una dieta antioxidante, es decir libre de alimentos industrializados, baja en hidratos y rica en grasas saludables (saturadas, monoinsaturadas y omega 3) similar a la dieta original del ser humano, en conjunto con periodos de restricción alimentaria .
Los nutrientes esenciales son: 9 aminoácidos, 2 grasas (omega 3 y 6 ), 14 vitaminas y 15 minerales. NO MÁS. Los hidratos de carbono NO son nutrientes esenciales, lo cual quiere decir que no es necesario incorporarlos en la dieta para vivir, de hecho el 99,9 % de nuestra historia como humanos vivimos con una alimentación restringida en hidratos de carbono (menos del 5 % del valor calórico total) sin ningún problema, gozando de excelente salud. Sin embargo y por intereses oscuros (agro industria), los expertos en nutrición recomiendan una ingesta diaria de hidratos de carbono entre 50 a 60 % del valor calórico total, alegando que es la mejor fuente de energía para el organismo (cosa que tampoco es verdad). De esta manera, la base de la alimentación moderna descansa sobre los cereales y derivados (almidón) principal fuente de glucosa sanguínea. Es así que, panes, galletas, pastas, cereales para desayuno, arroz, golosinas, tortas, confituras, tostada de arroz, barritas de cereal y bollería NO son esenciales para la alimentación de nuestra especie. Esto no quiere decir que la glucosa no sea un nutriente importante, por lo contrario, es tan esencial, que para evitar depender de una fuente externa -hidratos de carbono de la dieta- (muy limitada para nuestros antepasados) el organismo adquirió durante su evolución la manera de producirla a través de una vía bioquímica llamada gluconeogénesis (transformación de algunos sustratos en glucosa). Nuestro organismo está muy bien adaptado para prescindir de hidratos de carbono dietarios, pero por el contrario, en condiciones de ingesta elevada (modelo alimentario predominante en la actualidad, rico en almidones y azúcares simples) se ponen en marcha mecanismo metabólicos que inducen la aparición de alteraciones bioquímicas responsables de la alta prevalencia de obesidad, diabetes, enfermedad cardiovascular, Alzheimer, Parkinson, y cáncer principales causas de muerte prematura y morbilidad en la sociedad moderna. Aclaración: Ya sean los denominados hidratos de carbono complejos como los almidones o los azúcares simples de la dieta, todos elevan los niveles sanguíneos de glucosa.
El consumo de hidratos de carbono (HC) en la dieta actual es extremadamente alto, inédito para nuestra historia y diseño evolutivo. El efecto deletéreo sobre la salud del exceso de este nutriente se denomina carbotoxicidad.
Tres momentos en la historia son claves para entender porque este macronutriente predomina en la dieta actual.
La carbotoxicidad es uno de los principales impulsores de la epidemia de de obesidad, diabetes, enfermedad cardiovascular, cáncer y otras enfermedades crónicas no transmisibles típicas de la vida moderna.
Si seguimos las recomendaciones nutricionales de la mayoría de la sociedades científicas, gobiernos y expertos, el 50 % de las calorías que comemos deben ser hidratos de carbono (la única forma de llegar a cumplir esta meta es comiendo alimentos industrializados!!, panificados, pastas, snacks, golosinas, bebidas azucaradas, cereales y derivados),es así que la ingesta promedio diaria de la población occidental alcanza más de 250 gr diarios, que se digieren y absorben como glucosa.
En cualquier momento en la circulación sanguínea una persona no diabética tiene 4 gramos de glucosa, es decir apenas una cucharada de té. Esto es suficiente para suplir las necesidades de las células que la usan como combustible exclusivo, glóbulos rojos, células de la inmunidad , retina y médula renal.
Dos rebanadas de pan tipo tostadas de la mañana tiene 22 gramos de hidratos de carbono, es decir aporta más de 5 veces la cantidad de glucosa en sangre!!!. Esta enorme carga glucémica, inédita para el diseño evolutivo de nuestro organismo, genera una elevación abrupta de la glucemia que de alguna manera debe ser controlada para mantener los niveles en valores adecuados fisiológicos (la glucemia elevada es tóxica). Para eso se necesita la ayuda de la hormona insulina que induce la entrada de glucosa en las células para que pueda ser metabolizada y los niveles sanguíneos retornen a la normalidad. Pero todo esto tiene un alto costo para nuestro organismo, el pico de glucosa genera inflamación ,estrés oxidativo, glicación no enzimática, dicho de otro modo la hiperglucemia es tóxica. Por si fuera poco, la insulina elevada fomenta el depósito de grasa. Un verdadero desastre metabólico.
La carga glucémica de los alimentos industrializados para nuestro organismo es tremenda, si tenemos en cuenta que estamos diseñados genéticamente para una dieta pobre en este macronutriente.
En el derrotero de la historia nutricional del hombre, la incorporación de los hidratos de carbono en los últimos 10.000 años (ver post anterior), no permitió la adaptación genética para tolerar este cambio nutricional tan importante. Como consecuencia la carbotoxicidad contribuyó en forma estrecha a la aparición de obesidad, diabetes, enfermedad cardiovascular, cáncer, Alzheimer, Parkinson y otras enfermedades crónicas no transmisibles típicas de la vida moderna.
En un gran estudio prospectivo publicado en la prestigiosa revista Lancet. 2017 Nov 4;390(10107):2050-2062 , llevado a cabo en 18 países y en más de 135.000 individuos, encontró una relación positiva entre ingesta de hidratos de carbono y mortalidad total, mientras la relación fue inversa para grasas totales y saturadas!!!.
Y sin embargo nos dicen que las grasas de las carnes, lácteos, huevos y otros alimentos naturales son el problema, esas cosas que no se pueden entender.
La mejor forma de no crear el ambiente metabólico disruptivo generado por la alimentación moderna rica en hidratos de carbono es volver a la dieta original, la que ha forjado nuestro diseño genético.
La dieta original es la que ha forjado nuestro diseño genético, mantiene los niveles de glucemia estables (no más de 115 mg/dl) y por tanto mantiene en armonía el funcionamiento metabólico. Se compone de alimentos naturales No industrializados derivados de tejidos tanto de animales como plantas. Ejemplos: Carnes todas, frutas , vegetales, hongos, huevos, frutas secas.
No confíes en los profesionales de la nutrición que te aconsejan una dieta rica en hidratos de carbono sobre la base que la ingesta de este nutriente es esencial para la vida y principal fuente de combustible del organismo. No saben nada de bioquímica. Que más del 50 % de una dieta saludable deben ser hidratos de carbono no tiene ningun fundamento cientifico.
Las dietas basadas en hidratos de carbono modernos (pastas, snacks, cereales, y comestibles ricos en azúcar) son un problema, en especial para los pacientes con obesidad, diabetes, síndrome metabólico y no la solución.
Las dietas bajas en calorías que habitualmente tienen exceso de hidratos fracasan porque activan mecanismos compensatorios que incluyen aumento del apetito y reducción del gasto energético, alterando la calidad de vida.
En un ensayo clínico recientemente publicado, el gasto energético es mayor con una dieta restringida en hidratos de carbono que con una típica dieta recomendada por la nutrición clásica (60% de las calorías aportadas por carbohidratos). O dicho de otro modo para mantener el peso perdido se puede "comer más" que con una dieta rica en hidratos de carbono J Nutr 2020;00:1-7.
Restringir los hidratos de carbono limitando el consumo de su principal vehículo, los alimentos ultraprocesados, torna el metabolismo más eficiente y nos reencuentra con nuestro diseño evolutivo.
El órgano de la vida es el músculo, su bienestar está también ligado al de nuestro organismo. Baja masa muscular nos pone en riesgo de la mayor parte de las enfermedades y condiciones clínicas característica de la vida moderna, como enfermedad cardiovascular, cáncer, diabetes, obesidad, Alzheimer, osteoporosis, síndrome metabólico, fatiga crónica astenia entre las más frecuentes. A partir de los 30 años la masa muscular empieza a decaer, fenómeno denominado sarcopenia. La hormona de crecimiento, gran impulsor de la masa muscular disminuye a partir de los 20 años, por lo tanto si no implementamos una dieta rica en proteínas, en conjunto con ejercicio, estamos en riesgo de perder peligrosamente músculo Levantar peso, junto con una dieta saludable son los mejores estimulantes musculares. No alcanza con ejercicio aeróbico, hay que levantar peso lo más que se pueda. La leucina, un aminoácido esencial, ( nuestro cuerpo no lo puede producir ), es la señal que necesita el músculo para comenzar iniciar la síntesis proteica (efecto anabólico). ¿Dónde encontramos leucina? En proteínas de calidad como carnes todas, huevos y lácteos. ¿Cuánto leucina debemos ingerir por día? Idealmente en cada comida debe incorporar 2.5 gramos, para tener una idea esta cantidad se puede obtener de 30 gramos de proteína de calidad (origen animal) -1 bife pequeño (150 gr) aporta esta cantidad de leucina-. Se recomienda 3 comidas con esa cantidad de proteínas ( 90 gramos total), pero esto también depende si la persona hace ayuno intermitente ya que en este caso la necesidades son menores por la activación de la autofagia (se reciclan y reutilizan proteínas) Bajo aporte de leucina (alimentación moderna pobre en proteínas de origen animal), sumado a una vida sedentaria conduce a sarcopenia. ¿Levantas pesas, comes suficiente cantidad de leucina? esas son las preguntas que tienes que hacer. Es tu vida , tu cuerpo , tus músculos, nadie los va a cuidar por vos!!!.
El coco es una fuente saludable de ácidos grasos saturados de cadena media (6, 8 y 12 carbonos). Estas grasas tiene la particularidad de no producir inflamación ni radicales libres como lo hacen los hidratos de carbono y aceites vegetales también llamados omega 6 (girasol, maíz, soja) muy abundantes en la dieta actual. Los ácidos grasos de cadena media pueden penetrar al cerebro donde son usados como energía (los de cadena larga no pueden hacerlos), y a diferencia de la glucosa que se considera erróneamente la principal fuente de energía de las neuronas, el aceite de coco puede prevenir o enlentecer mucha enfermedades neurológica causadas por la nutrición moderna como Alzheimer, Parkinson y esclerosis múltiple. También eleva eficazmente los cuerpos cetónicos con los beneficios ya sabidos de estas fabulosas moléculas. Los ácidos grasos que aporta el coco no elevan los niveles de insulina y por lo tanto no induce aumento de peso, tampoco se acumulan en las arterias, y es mucho mejor combustible que la glucosa (hidratos de carbono) al no producir como esta stress oxidativo ni inflamación, involucrados en la génesis de las enfermedades de la civilización (enfermedad cardiovascular, diabetes, cáncer). De la misma manera, el ácido láurico (12 carbonos), presente en abundancia en el coco tiene propiedades antibacterianas (un antibiótico natural). Mi receta : Café A Prueba de Balas (bulletproof) o Café keto Un taza de café + una cucharada de aceite de coco virgen -15 gramos-. Con esto incorporamos energía saludable a nuestra dieta, saciedad y todos los efectos de los ácidos grasos de cadena media ya mencionados. Composición nutricional. El aceite de coco es 100 % grasa, 85 % son grasas saturadas de los cuales 65 % son ácidos grasos de cadena media (en inglés MCT).
El Café Keto o también llamado Café a Prueba de Balas (Bulletproof Coffee) es una herramienta nutricional que utilizo a menudo para llegar al estado metabólico por default más saludable para la especie humana, LA CETOSIS NUTRICIONAL. El CAFÉ KETO es una combinación de cafeína con ácidos grasos saturados provenientes del coco y la crema. Cunnane y colaboradores han demostrado que el café es un potente agente cetogenico debido a su efecto sobre la lipólisis y oxidación de grasas. Este autor encontró que el café en el desayuno aumentó la producción de cuerpos cetónicos 88% (1,5 taza) y 116% (3 tazas) de manera aguda y dosis dependiente, Can J Physiol Pharmacol. 2017 Apr;95(4):455-458. Por otro lado el Café Keto aporta el mejor combustible que existe, las GRASAS SATURADAS. En especial los ácidos grasos saturados de cadena media, por su capacidad de producir cuerpos cetónicos. Receta:
En definitiva MI CAFÉ KETO es una herramienta para lograr uno de los objetivos de un plan alimentario saludable: producción de CUERPOS CETÓNICOS.
La gota, se conoce desde la antigüedad, estaba asociada con comidas copiosas y alcohol. Recién en 1848 se descubre
que es causada por la elevación de ácido úrico en sangre (proveniente de la degradación de purina) que se deposita
en articulaciones y también en riñón. En los últimos 60 años los niveles de ácido úrico promedio de la población se
duplicaron en consonancia con el incremento de la obesidad y síndrome metabólico. A pesar de la evidencia, la
nutrición clásica sugiere una dieta baja en purinas excluyendo carnes, vísceras y embutidos, aunque se ha demostrado
que esta intervención apenas tiene efecto sobre los valores de ácido úrico en sangre. Lo que sí se sabe es que la
mayor parte del ácido úrico, hasta 2/3, es producido por nuestro cuerpo !!! (proveniente de la degradación celular
de purinas ) y solo 1/3 deriva de la dieta. Por otro lado, los paciente con gotas tiene en un 90 % incapacidad para
eliminar el ácido úrico por el riñón. Es así que las 3 causas que han disparado los niveles de ácido úrico no son
la ingesta de los alimentos ya citados sino:
1: Resistencia a la insulina/hiperinsulinemia: Impide la excreción de ácidos úrico. La principal causa de este trastorno
metabólico son las comidas ricas en hidratos de carbono y aceites vegetales.Ej. Panadería, pastas, confituras, bollería,
cereales.
2. Fructosa: El principal azúcar de las bebidas gaseosas, jugos, golosinas, dulces y alimentos ultraprocesados.
El riesgo de gota se puede multiplicar hasta por 7 en los que consumen bebidas azucaradas.
3.Alcohol: Incrementa la producción interna, reducen la excreción y en especial la cerveza incrementa los niveles por
el aporte de purina (guanosina).
Queda bien claro que el ácido úrico es un marcador metabólico de disfunción metabólica causado por los alimentos
industrializados ricos en azúcar, en especial fructosa, hidratos de carbono en general y alcohol. NADA TIENEN
QUE VER LAS CARNES EMBUTIDOS O DEMÁS ALIMENTOS QUE COMPONEN UNA ALIMENTACIÓN KETO/CARNIVORA
Pocas sustancias comestibles catalogadas como saludables por la nutrición del dogma han hecho tanto daño a la
humanidad como los llamados aceites vegetales (ricos en ácidos grasos poliinsaturados omega 6) extraídos de las
semillas oleaginosas. Me refiero a los aceites más consumidos en la dieta habitual ya sea en preparaciones
culinarias, pero mayormente usados por la industria alimentaria. Aceite de maíz, girasol, soja son los más utilizados,
y basta conocer los procesos de producción para darse cuenta que SON SUSTANCIAS TÓXICAS inventadas recientemente
por el hombre y que no tienen que formar parte de una alimentación saludable. Se utiliza solvente como hexano,
calentamiento altas temperaturas, refinación entre otros procesos para extraer y hacer comestibles estas sustancias,
es en definitiva un comestible ultra procesado industrial!!!. Por su alto contenido de ácido graso linoleico omega
6 producen INFLAMACIÓN Y ESTRÉS OXIDATIVO CELULAR. Para que nos demos una idea del impacto en la nutrición actual,
el consumo de estos aceites era menos del 3 % del valor energético diario a principio del siglo pasado, mientras
que en la actualidad supera el 7 % (30 gr día). La ingesta recomendada es de apenas 1-2 gramos al día (cantidad
que se puede obtener con lo que aportan los alimentos naturales ej, carne, lácteos, huevo). Una porción de
papas fritas aporta 15-20 gramos de aceite vegetal !!!. El consumo de aceite de soja creció más de 1000 veces
durante el siglo 20 !!!.
PD: no incluyo en la denominación aceite vegetal al de oliva, coco o palta, ya
que contienen poco omega 6 y se extraen de un fruto por prensado y no de una semilla oleaginosa.
Para sobrevivir a los depredadores naturales los seres vivos desarrollan evolutivamente estrategias de defensa para perdurar y poder reproducirse.
Las semillas de las plantas (que son las estructuras que contienen el material genético ) se protegen con un caparazón duro (nueces), o espinas o alguna otra estructura que impida que sean parte del menú de los depredadores. Una de las estrategias más importantes de la plantas para proteger sus semillas es la producción de sustancias tóxicas, estos compuestos se denominan Antinutrientes.
Las semillas de los cereales es decir los granos y las semillas de las legumbres (porotos arvejas lenteja etc), poseen alta concentración de antinutrientes que no son sólo tóxicos para insectos, microorganismo, aves roedores y animales sino también para los hombres.
Qué son los Antinutrientes ? Sustancias que interfieren en la habilidad del organismo para digerir, absorber o utilizar los nutrientes.
Estos incluyen :
Las últimas Guía Alimentarias para la Población Argentina aconsejan que un 30 %de las calorías diarias provengan de feculentos cocidos (cereales preferentemente integrales y derivados, pastas, legumbres papa batata etc) y pan.
Considero que por aportar antinutrientes (entre otras cosas ) las semillas en especial los cereales legumbres y derivados no deberían ser parte de una alimentación saludable.
Las Guías Alimentarias deberían ser revisadas
El ayuno es un estado metabólico donde la principal fuente de energía son los ácidos grasos y cuerpos cetónicos. Un estudio de Samuel Klein ha demostrado que la infusión de grasa para cubrir el gasto energético imita el estado metabólico generado por un ayuno prolongado de 84 hs .Am J Physiol. 1992 May. Dicho de otro modo y respondiendo a los comentarios del post anterior sobre si el Café Keto corta el ayuno.La respuesta es NO. Las grasas no cortan el ayuno. Los hidratos de carbono y las proteínas rompen el ayuno por su efecto sobre la insulina (en especial los primeros) . En resumen durante el ayuno las infusiones sin azúcar, agua y Café Keto (aceite de coco,crema de leche) se pueden ingerir.
EL AYUNO ES UN ESTADO IMPRESCINDIBLE PARA MANTENERSE SALUDABLE. NOS REENCUENTRA CON EL PASADO, MOMENTO EN EL CUAL SE FORJÓ NUESTRO DISEÑO EVOLUTIVO.
PASAMOS EL 80 % DE NUESTRA HISTORIA COMO HUMANOS EN AYUNAS. ¿ALGUIEN DUDA FRENTE TAMAÑA EVIDENCIA?.
A pesar de la amplia evidencia científica, existen aún profesionales de la salud que limitan la ingesta de carnes, huevos, coco y lácteos enteros con el objetivo de reducir la ingesta de grasas saturadas, privando a sus paciente de los alimentos más nutritivos y saludables que la especie humana conoce. La evidencia es clara : LA INGESTA DE GRASAS SATURADAS NO CAUSA ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR y por lo tanto su restricción nutricional no tiene ningún beneficio. Por años, el miedo infundado y auspiciado por intereses oscuros, limito el consumo de alimentos fuentes de grasas saturadas y los reemplazó por los tóxicos aceites vegetales, también llamados aceites poliinsaturados omega 6 (derivados de las semillas, ej. girasol,maíz, soja) y sus nefastos derivados industriales, y actualmente prohibidas grasas trans/hidrogenadas (margarina). Pero tal vez la consecuencia más perjudicial, sea el reemplazo de las grasas saturadas por hidratos de carbono modernos (cereales y derivados, inclusive jarabe de fructosa), como ya publique en los post anteriores CARBOTOXICIDAD. Es decir que el verdadero problema en la nutrición actual y principal causa de enfermedad cardiovascular es la combinación de:
Para prevenir la enfermedad cardiovascular la mejor forma es comer aquello para lo que nuestra especie está genéticamente adaptada. Alimentos naturales no industrializados.
Desde hace más de 50 años los expertos nos dicen que el colesterol elevado en sangre puede provocar serios problemas cardiovasculares. Inclusive no dicen que hay un colesterol bueno y otro malo. Pero la verdad científica es otra. El colesterol es una sola molécula y es perfecta y siempre saludable. A continuación lo que nos dice la ciencia acerca del colesterol.
Consejo: Volver a la dieta original del ser humano
La mayor parte de nuestra historia comimos alimentos naturales mínimamente procesados derivados de tejidos animales y plantas.
La disponibilidad de alimentos era esporádica con largos periodos de ayuno.
Nos guiamos por la sed para beber. No existían bebidas deportivas, ni psicosis por estar hidratados.
Carnes todas, incluyendo sus órganos y huevo, son ricos en nutrientes esenciales y fuente de energía. Los alimentos más perfectos que existen.
Plantas: hortalizas, frutas silvestres, frutas secas, hongos. Dejar de lado las que aparecieron con la agricultura, me refiero a los cereales (trigo, maíz y arroz . los 3 cereales más consumidos por la humanidad) y legumbres, porque tienen baja densidad de nutrientes, muchos antinutrientes y alta densidad de hidratos de carbono.
La energía debe provenir de la grasas que vienen de alimentos naturales antes mencionados como carnes, huevo, coco, frutas secas, oliva. Todos fuente de ácidos grasos saturados y monoinsaturados (omega 9).
Evitar los aceites vegetales (omega 6) -extraídos de cereales y semillas- por ser pro inflamatorios.
EL OBJETIVO ES VOLVER A LOS HÁBITOS NUTRICIONALES QUE FORJARON NUESTRO DISEÑO BIOLÓGICO
La carne nos hizo la especie dominante sobre la tierra, de esto no hay duda, la evidencia así lo demuestra. A continuación los 5 puntos claves para entenderlo:
Sin duda una nutrición a base de alimentos de origen animal es la que mejor respeta nuestra fisiología, es decir nuestro diseño humano
El sentidos común y la lógica se han perdido en medicina/nutrición, y todo con el objetivo de apoyar un modelo alimentario que enferma. No entiendo por qué hay que defender el ayuno, las grasas saludables, las carnes, los alimentos sin procesar y la dieta original en lugar de ir en contra de los hábitos que nos han conducido al deterioro de salud que está padeciendo la humanidad. Gran parte de la población está tan dependiente de los hidratos de carbono dietarios que no tolera un ayuno de 12 horas, aducen astenia, cefalea apetito voraz y adinamia. Todos síntomas de una atroz dependencia a los hidratos, no tienen flexibilidad metabólica, la han perdido, no pueden acceder ni utilizar la mejor fuente de energía que son los ácidos grasos saturados y monoinsaturados. La industria alimentaria los sabe, las bebidas deportivas llenas de azúcar son la evidencia, parece que ya nadie puede hacer actividad física sin ingerir glucosa/fructosa. Pero a no preocuparse, luego de unos 10 a 15 días de un ayuno de 12 a 16 hs día estos síntomas desaparecen y seguramente te sentirás con la vitalidad y ganas que nunca has tenido. Podrás entrenar sin necesidad de atiborrarte de hidratos. Y por cierto tus análisis darán mejor que nunca.
Los cuerpos cetónicos son un súper-combustible para el cerebro. Un importante artículo de reciente aparición, uno de cuyos autores es el Dr. Richard Veech pionero en la investigación del metabolismo de los cuerpos cetónicos (discípulo de Krebs, el del ciclo , que tanto nos hizo sufrir en la facultad) nos revela información fundamental para entender la epidemia de enfermedades degenerativas cerebrales (Alzheimer , y otras demencias) que estamos viviendo. Una de las características del deterioro cognitivo es que el metabolismo de la glucosa se ve alterado (hipometabolismo) generando dificultad de la producción de energía que conduce a lesión neuronal. Las dietas cetogénicas, así como los suplemento de b-hidroxibutirato mejoran y estabilizan el funcionamiento cerebral retrasando y previniendo el deterioro cognitivo cuando se comparan con dieta estándar a base de hidratos de carbono. Esto es especialmente importante para los sujetos con diabetes y síndrome metabólico que tienen un elevado riesgo de demencia. Lo que comemos importa, un plan alimentario que eleve los niveles de cuerpos cetónicos (bajo en hidratos y rico en grasas) estabiliza la función cerebral, que se altera con la dieta occidental rica en hidratos de carbono que elevan lo niveles sanguíneos de glucosa.
Algunos opinan que no hay que hacer dieta. Entonces la dietoterapia no sirve ??, tienen que sacarla de la currícula de la facultad y la sección dietoterapia?. Por ejemplo, si padeces enfermedad celíaca, no debes hacer dieta para celíacos?.
Restricción es mala palabra parece, pero acaso para mejorar la salud y bajar de peso no hay que restringir aquellos alimentos o comestibles que nunca debieron formar parte de nuestra nutrición como los ultraprocesados????.
Las dietas no sirven nos dicen, deberían decir las dietas hipocalóricas o sea restringidas en calorías, porque estas nada tienen que ver con la biología humana.
Dicen que hacer dieta limita la vida social, estar con amigos etc. Pero la cuestión acaso no es elegir los alimentos que me hacen bien y dejar los que me enferman?. Si todo el mundo fuma y yo no , ¿debo comenzar con ese hábito insano para integrarme a la sociedad ? ridículo!!!.
Mezclar delgadez como ideal con cuestiones de salud de la esfera biológica que genera el sobrepeso no es ético, pero lo hacen. Mucha mezcolanza de temas, mucha evasión, no se enfrenta la realidad, creo que el concepto de "no dieta", es parte del problema no la solución.
Cuidado con el argumento: dejar los alimentos que nos dan placer puede ser contraproducente generar trastornos alimentarios)!!!. Hablar de no dejar alimentos insanos para seguir con el placer de la comida, es peligroso. Muchas veces el placer es enemigo de la felicidad. Lo saben bien aquellas personas adictas.
Es simple, hay que focalizarse en elegir los alimentos saludables y dejar el resto de lado.
Cuidado con la cháchara, la pseudociencia. Los sofismas y falacias son peligrosos.
La supervisión médica al iniciar una dieta es fundamental para garantizar la seguridad, la eficacia y el éxito a largo plazo del proceso de pérdida de peso. Un profesional de la salud puede brindar orientación personalizada, evaluar el estado de salud del paciente, establecer metas realistas, monitorear el progreso y hacer ajustes según sea necesario. Esto es especialmente importante para las personas con condiciones médicas preexistentes, como diabetes, enfermedades cardíacas o trastornos alimentarios, quienes pueden requerir un enfoque específico en su plan alimenticio. En la era digital, las consultas online se han convertido en una herramienta conveniente y efectiva para lograr esta supervisión médica. Las ventajas de las consultas online incluyen:
En resumen, la supervisión médica al iniciar una dieta es esencial para una pérdida de peso saludable y sostenible, y las consultas online ofrecen una opción conveniente y efectiva para recibir este apoyo profesional de manera accesible y personalizada. Ketohoy te ofrece la posibilidad de efectuar este tipo de consultas por WhatsApp y otras aplicaciones.
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Las consutas presenciales son en ocasiones imprescindibles por las siguientes ventajas:
La bioimpedancia es una técnica no invasiva que se utiliza para medir la composición corporal, incluido el porcentaje de grasa corporal. Esta técnica se basa en la resistencia que ofrece el cuerpo al paso de una corriente eléctrica de baja intensidad. Debido a que los tejidos blandos y los tejidos magros presentan diferentes conductividades eléctricas, la bioimpedancia puede estimar la cantidad de grasa corporal al medir la impedancia eléctrica del cuerpo. Determinar el índice de grasa corporal es importante para la salud por varias razones. Un alto porcentaje de grasa corporal se asocia con un mayor riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hipertensión e incluso ciertos tipos de cáncer. Al mismo tiempo, tener un porcentaje de grasa corporal demasiado bajo también puede ser perjudicial para la salud, ya que puede provocar deficiencias nutricionales, problemas hormonales y comprometer el sistema inmunológico. Por lo tanto, conocer y monitorear el índice de grasa corporal nos ayuda a mantener un peso saludable, a evaluar los riesgos para la salud y a establecer metas realistas para la pérdida o ganancia de peso. Además, esta medida puede ser una herramienta valiosa para evaluar la eficacia de un plan de alimentación y ejercicio, ya que nos permite ver si estamos perdiendo grasa y no masa muscular.
La detección de la apnea del sueño en pacientes roncadores es crucial debido a los serios efectos que esta condición puede tener en la salud. La apnea del sueño es un trastorno en el que la respiración se interrumpe de manera recurrente durante el sueño, lo que puede provocar episodios de falta de oxígeno en el cuerpo y despertares frecuentes durante la noche. Esto conlleva a una mala calidad de sueño y puede resultar en fatiga diurna, somnolencia, aumento del riesgo de accidentes, así como en problemas de salud a largo plazo como enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes y obesidad. Los estudios simplificados domiciliarios han demostrado ser una herramienta efectiva para detectar la apnea del sueño de manera más accesible y cómoda para los pacientes, en comparación con los estudios tradicionales en laboratorio. Estos estudios suelen implicar el uso de dispositivos portátiles que monitorean la respiración, el flujo de aire, la saturación de oxígeno y otros parámetros durante la noche mientras el paciente duerme en su hogar. Esta solución simplificada ha permitido aumentar la detección de la apnea del sueño, facilitando a los profesionales de la salud identificar a los pacientes que requieren tratamiento. El tratamiento de la apnea del sueño puede variar según la gravedad y la causa subyacente de la condición. Sin embargo, en muchos casos, la pérdida de peso puede desempeñar un papel importante en la mejora de los síntomas y en la reducción de la gravedad de la apnea del sueño. La obesidad es un factor de riesgo importante para la apnea del sueño, ya que el exceso de tejido graso alrededor de las vías respiratorias puede obstruir el flujo de aire durante el sueño. Por lo tanto, para los pacientes con apnea del sueño que tienen sobrepeso u obesidad, la combinación de tratamientos como la pérdida de peso, cambios en el estilo de vida, terapias de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP) y/o dispositivos intraorales puede ser fundamental para mejorar la calidad de sueño, reducir los riesgos para la salud asociados con la apnea del sueño y mejorar la calidad de vida en general. Es importante que los pacientes roncadores que sospechan tener apnea del sueño busquen evaluación médica para recibir un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.
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